El mundo está inmerso dentro del
universo, donde el desarrollo humano irá caminando en busca de una mejora en la calidad de vida. En su recorrido, ha habido avances. Pero a la vez, al
querer lograrlos, ha conseguido desmejorar al ser, introduciéndole en un campo
de estrés, agobio e intranquilidad (física y mental); atrayendo consecuencias
negativas sobre él, dejándonos profundos silencios en el corazón.
La
trayectoria de nuestra vida, a veces nos ciega y nos parece pesada, incluso
costosa e inentendible. Por eso, las personas tenemos que detectar cuando nos
suceden dichas circunstancias; y debemos aprender a reaccionar siendo
compasivos con nuestro propio o cuerpo. El organismo hará todo lo que le
exijamos, aunque eso pueda parecer imposible e inalcanzable. El nunca
desobedecerá y siempre responderá acatando órdenes.
Párate
a pensar y reflexiona. ¿Cuántas funciones realiza tu cuerpo? En tan solo unos
segundos quedarás verdaderamente sorprendido. ¿Milagro o misterio?, ambas son
soluciones. El cuerpo necesita ser amado en la profundidad de su
funcionamiento, y si fuéramos capaces de poder entrar en las entrañas de sus entresijos,
¡sería maravilloso!
Por desgracia, la vida a día de
hoy a nuestro cuerpo y nuestra mente no les resulta tan satisfactoria. Y me
atrevo a realizar una pregunta; ¿de qué nos preocupamos?, por casualidad de ¿miedos
e inseguridades?, ¿educación, crisis, política y trabajo?, ¿vida familiar y
problemas de pareja?, ¿de nuestro hijos, un hogar y un futuro? Todas estas cuestiones surgen al preguntar a nuestro
alrededor con total naturalidad y normalidad. Sin embargo, ninguna de estas nos
conllevan a una solución, al menos, no a una solución del verdadero problema,
que en nuestra humilde opinión es el desconocimiento de la propia consciencia.
Y tampoco esas preguntas servirían de mucho si no fuéramos seres vivos. ¡Vivos!
Ese el concepto. Estamos vivos gracias al maravilloso funcionamiento de nuestro
cuerpo que nos mantiene en un estado de homeostasis continua, o al menos eso es
lo que busca. Pero, ¿Y si eso falla? ¿Y si ese equilibrio se descompensa? ¿Qué
ocurre entonces?
La respuesta a estas cuestiones
es, en primer lugar, que todas las cuestiones que nos hacemos con normalidad
pasen a un segundo plano. Lo verdaderamente importante es que nos encontramos
en el mundo aquí y ahora, por tanto, tenemos el derecho y la obligación de ser
plenamente conscientes de ello y por tanto, de disfrutarlo.
Cuando te tomes ese tiempo para
reflexionar sobre lo que estamos planteando,
sin darte cuenta habrás descubierto tu propio cuerpo, habrás hecho las
paces con tu consciencia llenando así tu valioso santuario y disfrutarás de la
verdadera historia de una sola vida.
Necesitamos un cuerpo mejor y más
sano, ser más conscientes y estar más alerta. Necesitamos todo tipos de lujos y
bienestar. Y es todo ello lo que Aequilibrum Toledo está dispuesto a darle. Su centro
ofrece un paraíso para cuerpo y mente a partir de ahora. Nuestro cuerpo es lo
más cercano a la naturaleza que tenemos. Los cuatro elementos; agua, fuego,
tierra y aire, son el inicio y el fin de nuestra existencia. Lo justificaremos;
somos un 75% de agua, necesitamos el fuego del sol para obtener la vitamina D
que nos permite vivir, necesitamos la tierra para poder cultivar y, por último,
necesitamos el aire impregnado de oxígeno para poder respirar. ¿Veis que
maravilloso? ¿Veis ahora el milagro? Somos metamorfosis constantes de esos cuatro
elementos.
Así pues, la plena consciencia de
nuestro cuerpo incluye de manera inevitable a nuestra mente. Porque van en
conjunción, son unidad y no son dos cosas que deban ir separadas. De hecho, la
mayoría de nuestros problemas son psicosomáticos. Tienen dos caras, y por
tanto, pueden resolverse de dos maneras diferentes; a través de nuestra mente o
a través de nuestro cuerpo.
En la actualidad las teorías se han divido
(fisiólogos, pavlovianos, psicólogos conductistas...) creen que todos los
problemas pertenecen al cuerpo. Y en el lado contrario se encuentra el grupo
que creen que todos los problemas están en la mente. Desde nuestra opinión
ambas posturas son erróneas.
Aequilibrium Toledo ofrece un
espacio único y exclusivo. Dos centros diferentes, altamente cualificados, que
se encuentran a su disposición para abordar estos problemas desde los dos ángulos
simultáneamente. Proporcionando a nuestros usuarios la posibilidad de atacar
sus problemas desde ambas puertas, lo que coloquialmente definiríamos como un
doble ataque frontal.
Como orientación podemos
comunicar que cuerpo y mente son dos partes de una totalidad que para estar en
armonía necesitan estar en un completo equilibrio. Y es por eso, que como ejemplo
podemos decir: si tomamos alcohol, ¿qué le pasa a nuestra mente? Sin embargo
quien toma el alcohol es el cuerpo y no nuestra mente.
Veamos otro ejemplo, pero esta
vez, tomaremos de base una teoría del siglo XX, formulada por los científicos
William James y Lange. Lo normal al tener miedo es realizar conductas de huída
y si te enfureces, lo normal es que los sentimientos de ira nos invadan, de
modo que se nos enrojecen los ojos y podemos llegar hasta a golpear a nuestro
enemigo. La teoría de estos dos autores ponen de manifiesto que el proceso es
justo al contrario, es decir, que es al correr cuando comienzas a sentir miedo
y al sentir ira, cuando tus ojos se enrojecen y realizas conductas agresivas.
Esta cuestión, va de la mano a la típica y tópica pregunta ¿quién llegó antes:
el huevo o la gallina? Sin embargo en este caso, parece que la teoría de
James-Lange se ha puesto en práctica y ha funcionado.
Un ejemplo de esta puesta en
práctica lo tenemos en Japón. Aquí a los niños les enseñan un método muy simple
para controlar su ira. Les dicen que cuando sientan ira, no hagan nada al
respecto y que solo respiren hondo. Inténtalo, verás si así eres capaz de
sentirla. ¿Por qué?, ¿Solo porque respiras hondo? No, solo que resulta imposible
por dos razones. Una, porque al respirar hondo cambias el ritmo de la
respiración y la ira necesita de un ritmo mayor para alimentarse. La otra, es
porque al realizarla consigues un desplazamiento de la mente al control de la
respiración. Los procesos fisiológicos y los procesos psicológicos no son dos
cosas distintas, son una misma, y es por eso que puede empezar desde cualquier
extremo y lograr afectar y cambiar al otro.
En Aequilibrium Toledo nuestro
objetivo principal es conseguir equilibrar esa balanza, es conseguir la
homeostasis entre cuerpo y mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario